Akelarre

“Akelarre” (2020), dirigida por Pablo Agüero, es una película que mezcla drama histórico con elementos de fantasía y misticismo, ambientada en el contexto de los juicios por brujería en el País Vasco durante el siglo XVII. La película se destaca por su enfoque poético y feminista, ofreciendo una reflexión sobre el poder, la represión, y la resistencia femenina frente a las acusaciones de brujería impuestas por el patriarcado inquisitorial. Con un estilo visual atmosférico y una narrativa cargada de tensión, “Akelarre” explora cómo la superstición, el miedo y el deseo de control llevaron a la persecución de mujeres inocentes en nombre de la religión y la justicia.

Sinopsis

La historia sigue a un grupo de jóvenes vascas acusadas de brujería por las autoridades locales, lideradas por el juez Rostegui (Alex Brendemühl), un inquisidor enviado para erradicar la supuesta influencia demoníaca en la región. Las mujeres, lideradas por Ana (Amaia Aberasturi), son sometidas a interrogatorios y torturas, mientras el juez intenta obtener una confesión sobre su participación en el Akelarre, un supuesto ritual satánico nocturno. En un intento por ganar tiempo y salvar a sus compañeras, Ana comienza a alimentar la imaginación del inquisidor con historias fantásticas sobre la brujería y el sabbat, manipulando su deseo de conocimiento y poder.

Temas y Elementos Ocultistas en la Película

Brujería como Pretexto para la Represión

• En “Akelarre”, la brujería es utilizada como una herramienta de control por parte de las autoridades inquisitoriales, quienes acusan a las mujeres de pactar con el diablo sin ninguna evidencia real. La película presenta la caza de brujas como una excusa para ejercer poder sobre mujeres jóvenes, cuyas conductas libres e independientes desafían las normas patriarcales de la época.
• La acusación de brujería es aquí un símbolo de la represión sexual y social que las mujeres enfrentaban, ya que sus actos de libertad (bailar, cantar, reunirse) son interpretados como actos heréticos que deben ser controlados y castigados.

El Poder de la Imaginación Femenina

• Un tema central en la película es el poder de la imaginación como forma de resistencia. Ana, al darse cuenta de que no puede escapar de la acusación, decide controlar la narrativa, contando al inquisidor elaboradas historias sobre el Akelarre y las prácticas satánicas que este imagina. A través de estas historias, Ana y las demás mujeres toman el control de la situación, aunque sea temporalmente, al manipular el miedo y el deseo de los hombres de conocer los secretos de la brujería.
• Este uso de la fantasía es un acto de rebeldía, donde las mujeres, que ya están condenadas, deciden usar la mitología y la superstición para jugar con las expectativas masculinas, transformando su debilidad en un arma psicológica.

Patriarcado y Poder Religioso

• La película muestra la Inquisición como una fuerza opresiva que utiliza la religión como una justificación para subyugar a las mujeres y eliminar cualquier signo de independencia femenina. El personaje del juez Rostegui encarna el patriarcado religioso, obsesionado con controlar no solo los cuerpos, sino también las mentes de las mujeres.
• En este contexto, la caza de brujas no es solo un intento de eliminar la herejía, sino también un acto de misoginia institucionalizada, donde cualquier comportamiento que no se ajuste a las normas sociales es castigado severamente.

El Akelarre como Ritual de Liberación

• Aunque el Akelarre en la película es mayormente una invención dentro de las historias de Ana, el concepto de este ritual pagano se utiliza como símbolo de liberación. En la mitología vasca, el Akelarre era un ritual nocturno donde las brujas se reunían para celebrar la libertad y la conexión con la naturaleza, lejos de las restricciones sociales y religiosas.
• En la película, aunque las protagonistas nunca participan en un Akelarre real, el deseo de libertad y la conexión con lo pagano y lo natural se manifiestan en su resistencia y en su capacidad para transformar la narrativa de opresión en una de poder simbólico. El Akelarre, por lo tanto, representa la autonomía femenina y el rechazo a las estructuras patriarcales.

Superstición y el Miedo al Feminino

• “Akelarre” explora cómo el miedo a lo femenino y al poder de las mujeres alimentaba las creencias supersticiosas sobre la brujería. Las acusaciones no están basadas en pruebas reales, sino en una profunda inseguridad masculina hacia la independencia y la sexualidad femenina. Las mujeres jóvenes y libres son vistas como peligrosas, no por su magia, sino por lo que representan: la posibilidad de una vida fuera del control de los hombres.
• La superstición es usada como un mecanismo para justificar la violencia contra las mujeres, donde el miedo a lo desconocido y lo incomprendido se convierte en una herramienta para eliminar cualquier amenaza a la autoridad patriarcal.

Naturaleza y Paganismo

• A lo largo de la película, hay una fuerte conexión entre las mujeres y la naturaleza, que se presenta como un símbolo de su libertad y su espiritualidad. Los bosques y paisajes vascos se convierten en el escenario donde las protagonistas pueden ser ellas mismas, lejos de las reglas impuestas por la iglesia y el estado.
• La relación con la naturaleza también refleja la tradición pagana del País Vasco, donde los rituales y creencias precristianas celebraban el poder de la tierra, los ciclos naturales y la fertilidad, en contraste con la represión y el control ejercido por la iglesia.

Simbolismo y Temas Esotéricos

El Akelarre como Mito y Resistencia

• El Akelarre, tanto en la historia vasca como en la película, es un símbolo de resistencia y transgresión. En lugar de ser un ritual satánico como lo describen las autoridades, el Akelarre es una celebración de lo femenino y lo pagano, una manera de desafiar las reglas establecidas y abrazar la libertad.
• En la película, el Akelarre se convierte en una herramienta para subvertir las expectativas de los inquisidores. Ana usa este mito para darle al inquisidor lo que quiere escuchar, pero lo hace de una manera que resalta el poder de las mujeres y su capacidad para engañar y manipular a los hombres.

La Danza y la Liberación Femenina

• Un elemento clave en la película es la danza, que aparece en los momentos finales como una expresión de liberación. Para las mujeres, bailar representa un acto de resistencia y autonomía, un escape temporal del control que los hombres intentan ejercer sobre sus cuerpos y sus vidas.
• La danza en el Akelarre es un símbolo pagano de conexión con la naturaleza y los ciclos de la vida, en oposición a la represión cristiana. En la película, la danza final de las jóvenes simboliza su voluntad de ser libres, incluso cuando saben que el poder masculino no les permitirá escapar.

La Fantasía como Estrategia de Supervivencia

• En lugar de rendirse a la brutalidad de los inquisidores, Ana y las demás mujeres usan la fantasía como una estrategia de supervivencia. Al alimentar la imaginación del juez con historias elaboradas sobre el Akelarre y el diablo, logran prolongar su vida y resistir la tortura.
• Este uso de la fantasía no solo es un acto de ingenio, sino también una forma de poder, donde las mujeres transforman su debilidad aparente en una táctica de manipulación, desafiando las expectativas de los hombres que intentan dominarlas.

Críticas y Recepción

“Akelarre” fue bien recibida tanto por la crítica como por el público, destacando su enfoque feminista y su estilo visual evocador. A continuación, algunos puntos clave de la recepción:

Críticas Positivas

• Estilo Visual y Atmosfera: La cinematografía de la película fue ampliamente elogiada por su uso de paisajes naturales y su capacidad para crear una atmósfera opresiva y mística. Las imágenes de los bosques y las escenas nocturnas capturan el ambiente de misterio y represión que impregna la historia.
• Temas Feministas: La película fue aclamada por su enfoque en la resistencia femenina frente a la opresión patriarcal. A diferencia de otras películas sobre caza de brujas, “Akelarre” no se enfoca en los aspectos sobrenaturales de la brujería, sino en cómo la imaginación femenina y la inteligencia pueden subvertir el poder masculino.
• Interpretaciones: Las actuaciones, especialmente la de Amaia Aberasturi como Ana, fueron elogiadas por su sutileza y complejidad emocional. El personaje de Ana se convierte en un símbolo de la resiliencia femenina frente a la injusticia.

Críticas Negativas

• Ritmo Lento: Algunos críticos señalaron que la película tiene un ritmo lento que puede no atraer a todos los espectadores, especialmente aquellos que esperan una historia más convencional sobre brujería o terror.
• Desenlace Ambiguo: El final de la película, que opta por una interpretación más simbólica y abierta, fue visto por algunos como insatisfactorio, aunque para otros refuerza la naturaleza mística de la narrativa.

“Akelarre” es una película que explora la brujería y la caza de brujas desde una perspectiva feminista, centrada en el poder de la imaginación y la resistencia femenina frente a la opresión patriarcal. A través de su narrativa poética y su enfoque en el control, la fantasía y la libertad, la película ofrece una reflexión profunda sobre cómo la acusación de brujería se utilizaba para reprimir a las mujeres y sobre cómo, incluso en las peores circunstancias, las mujeres pueden encontrar formas de luchar contra su opresión. Con una estética visual impresionante y un mensaje poderoso, “Akelarre” se posiciona como una obra importante en el cine contemporáneo sobre brujería y poder femenino.