¿ Alguna vez viste un fantasma?
Existen muchas historias sobre encuentros con fantasmas, espíritus y desencarnados. Las distintas ramas de lo que podríamos llamar artes mágicas; el chamanismo, adivinación e incluso la parapsicología han estudiado y experimentado con esas visiones o fenómenos paranormales. Cada uno de esos estudios particulares arroja al imaginario de las personas respuestas que intentan explicar si en realidad existe un mundo espiritual al que se puede acceder de manera controlada, o solo es una fantasía que un puñado de personas tienen en sus cabezas. Alguna vez alguien nos contó que veía sombras, alguien más dijo que le pareció descubrir a una persona ajena en su casa y al minuto siguiente desapareció, otros afirman que en una casa determinada se pueden escuchar y ver cosas que escapan al entendimiento de cualquier persona que esté centrada en las normas sociales, sin embargo, ¿por qué hay tanta gente hablando de eso?, quizás no exista una respuesta concreta ante tan colosal pregunta, sin embargo, nosotros estamos aquí para dejar de manifiesto las diferentes respuestas que el ocultismo, las ciencias mágicas, la parapsicología y el chamanismo han arrojado sobre este tipo de fenómenos.
Las ciencias ocultas son en realidad un tema infinito, nos ayudan a entender cosas que la ciencia que llamamos exactas no han podido explicarnos, también nos invita a explorar el mundo que nos rodea y a descubrir que nuestros sentidos bien despiertos pueden ser la clave para encontrar las respuestas: escuchar nuestro entorno es fundamental, sin embargo, se lo hemos dejado a personas que expresan tener capacidades extrasensoriales despiertas (médiums y videntes), sin detenernos a meditar unos segundos la cantidad de veces que hemos tenido la oportunidad de acceder a planos diferentes de consciencia. Seguramente en algún momento usted que nos lee, se ha encontrado con una sombra que pasa frente a sí, o escucho que alguien le llamaba por su nombre, incluso le pareció ver a un animal y cuando consiguió enfocar su mirada se encontró con la sorpresa de que allí no había nada y pensó que solo fue su imaginación. Estos fenómenos se repiten en todas partes del mundo, sin importar qué tan avanzada esté la sociedad en donde se encuentran; Japón, París, México, Gran Bretaña, Cuba … y cualquier lugar que pueda señalar en un mapa, ha arrojado historias sobre estos encuentros “fantasmales” .
Para el chamanismo, estos encuentros se deben a la capacidad de “alterar la consciencia”, “alternar la consciencia” o “modificarla”, estos términos sustituyen el de “trance” y “éxtasis”. Dichos estados pueden deberse a el uso de sustancias dentro del chamanismo, aunque algunos autores aseguran que la fatiga, la concentración intensa, la migraña, la hiperventilación y el mantener un ritmo, son factores que ayudan a entrar en esos estados vigílicos y que incluso se pueden controlar a voluntad por medio de prácticas específicas, en este punto es bueno recordar que los grupos chamánicos tienen su vida fundamentada en una cosmovisión particular que ayuda al individuo a entrar en un trance; ya que ellos creen en espíritus y seres invisibles desde el momento en que empiezan a formar una conciencia mágica religiosa, que de alguna manera afecta su psique y son capaces de ver muchas veces cosas que el ojo crítico se ha negado a entender, dice La Barre:
“…desde los antiguos griegos y los vikingos hasta los cristianos primitivos, pasando por los musulmanes, toda revelación, vuelo o metamorfosis es susceptible de ser leído en términos de estados de conciencia alterada”
Con esto quería afirmar que cada una de las visiones que tiene el hombre se deben a su gran capacidad para alterar la consciencia, incluso dentro del pensamiento objetivo y crítico, ya que el pensar es parte de el arte de vivir, y no cualquiera puede sentarse, ver las estrellas, meditar sobre ellas y sacar una conclusión objetiva gracias a la fuerza que imprime el cerebro al pensar. Alterar la consciencia es todo un arte que nos descubre cosas que posiblemente están allí, pero que han pasado desapercibidas al ojo común. Alcanzar el éxtasis es lo que hace del chamanismo una fuente de inagotable conocimiento, cuando un individuo puede entrar en él, es cuando comienza a descubrir ese mundo afuera que le habla por medio de imágenes, símbolos, animales sagrados y antepasados que vienen a recordarle o avisarle de objetivos que se tienen que alcanzar. Esto nos recordará la película de Macario (1960- de Roberto Gavaldón), en donde un humilde campesino es “bendecido” con el don de saber quien va a morir y quién puede ser salvado gracias a una agua milagrosa… El protagonista llega a tales visiones ya que en algún punto de la trama decide dejar de comer por completo hasta que obtenga lo que quiere, y allí , en donde el hambre comienza a dejar estragos en su cuerpo físico es el punto en donde comienza todo un proceso epifánico de descubrimientos en el mundo de los vivos y los muertos. Para el chamanismo, los espíritus son proyecciones de otras realidades a las cuales es posible acceder, siempre y cuando se cumplan las condiciones adecuadas para la comunicación.
Para la teosofía, los fantasmas son exactamente lo mismo que para el chamanismo, solo que en esta definición la eidola (palabra que define fantasma) puede tener o carecer de una voluntad propia; es una especie de espejismo que está en otro plano de realidad y que de alguna manera se puede percibir en nuestra dimensión e incluso se puede forzar su aparición, tal cual fuera una proyección que se puede ver a simple vista y mantener una comunicación concreta con el personaje en cuestión, en las historias de homero podemos ver reflejados los fantasmas, incluso Helena de Troya, se vuelve protagonista regresando en forma de espíritu en aquellos textos.
El ocultismo y la ciencia nos hablan de la cuarta dimensión , un espacio que se ha explorado por las matemáticas y que cuenta con muchas teorías respecto a lo que hay entre la tercera y cuarta capa dimensional, desde el espacio amorfo o continuo al espacio estructurado, en algunas de las teorías que se manejan en esta área, se dice que en esa dimensión podrían existir reflejos de lo que pasa en el presente y en el pasado, una especie de ecos que están allí, a pesar de que no podamos verlos , ya lo decía el matemático argentino Rey Pastor :
<<La cuarta dimensión, , puede ser “un problema extraño a la matemática”, entendiendo ésta como puro método>>
“En física existen funciones matemáticas que describen cosas físicas como, por ejemplo, la velocidad de un objeto o la intensidad luminosa. Decimos ‘función’ porque depende de alguna variable. Por ejemplo, la intensidad de la luz depende de la posición en la que uno está con relación a la fuente luminosa. Si me alejo, la intensidad de la luz es cada vez menor. Pero hay funciones matemáticas que dependen de dos o tres variables. Por ejemplo, si medimos una ola, tendremos tres dimensiones: la altura, el ancho y la superficie de la ola en relación con la playa.
Decimos que la ola, como todo objeto, tiene tres dimensiones: altura, ancho y profundidad”, explica el físico David Comedi.
“El tiempo y el movimiento siempre van juntos, pero no lo podemos captar porque es algo abstracto. La cuarta dimensión sí lo capta porque cuando entras a la cuarta dimensión el tiempo se vuelve espacio. Cuando entramos en esa sintonía podemos ver cosas que han pasado alguna vez”, explica Bustillo. “En la cuarta dimensión estaría la gente que vivió en el pasado, y que desde aquí, desde la tercera dimensión creemos que ya no existe, porque forma parte del pasado”, dice al borde de la emoción.
Con esto nos podemos dar cuenta que la cuarta dimensión es una teoría que nos indica que los fantasmas pueden ser cosas que quedaron en el pasado, al igual que en teosofía y el chamanismo, podemos definir esta como una proyección de algo que no habita en carne el presente, sin embargo, deja de manifiesto que estuvo allí y que sigue estando, pero no en la misma dimensión.
En parapsicología los fantasmas tienen como definición el término de “impregnación”, se decide no llamarlos fantasmas ya que ese último término recoge un montón de definiciones distintas dependiendo el lugar geográfico e histórico, aunque es muy común encontrarlos como “fantasmas” en los textos que abordan el tema. Se piensa que cuando un ser humano o un animal pasan una y otra vez por el mismo lugar, van dejando un rastro grabado, mientras más veces se haga el ir y venir de la visión en cuestión, más fuerte es el rastro cuando esa persona o animal ya no está allí, una persona con alteración de la consciencia o facultades psíquicas, puede ver esa imagen en movimiento que ha quedado grabada en el plano etérico , y se puede definir como una manifestación paranormal, pero no es un espíritu , no es un alma , ni se puede tener un contacto con ella, no tiene consciencia, es solo una imagen que quedó plasmada, como si fuera una proyección holográfica, por esa razón es que ese tipo de fenómenos se repiten una y otra vez, incluso que personas diferentes tengan la misma visión en distintos momentos. Estas manifestaciones pueden debilitarse o pueden ser reactivadas si alguna persona entra con una energía similar, por ejemplo: una persona que se sienta emocionalmente igual a la persona que dejó esa especie de eco; cuando hay miedo es fácil que este tipo de fenómenos ocurran. Dependiendo de la sensibilidad de la persona es como se puede percibir este tipo de fenómenos, algunos escucharan ruidos, otros verán siluetas o incluso a la figura sólida de algo que estuvo allí, muchos más tendrán la percepción de que el ambiente cambia o que el aire huele perfumado, pero eso de cómo se capta lo dejaremos para otra nota.
Por ahora dejaremos abiertas estas ideas para quienes tienen inquietudes de porqué ven lo que ven , sin antes mencionar que estas son solo teorías y que ustedes quien tiene la última palabra sobre sus propias experiencias en el mundo de lo sobrenatural.