Quercus (del latín quercus, que designaba igualmente al roble, a la encina y al alcornoque) es un género de árboles perteneciente a la familia de las fagáceas.
El término roble se utiliza para referirse a muchas especies de árboles del género Quercus, nativo del hemisferio norte, y ocasionalmente también a especies de otros géneros de la misma familia o incluso de otras familias, como en el caso de algunas especies sudamericanas.
En su uso originario el término, derivado del latín robur, designa a especies europeas de Quercus de hojas blandas, de borde sinuoso, caducas o marcescentes, propias de climas templados oceánicos; o bien de variantes frescas, por altitud, del clima mediterráneo.
En el hemisferio norte, es posible encontrarlo tanto en climas fríos como tropicales en Asia y América. Su desarrollo se alcanza a los 200 años y hay datos de haber llegado a los 1.600 años.
Un bosque de robles recibe el nombre de robleda, robledo o robledal.
Propiedades Medicinales
Se trata de uno de los mejores remedios para las hemorroides y las hemorragias, o cualquier molestia en el recto. Sus bondades son conocidas puesto que detiene las hemorragias en los pulmones, el estómago y los intestinos, la expectoración de sangre, y sangrando de la boca. Además, es muy útil para evitar las emisiones nocturnas. la virtud medicinal del roble está en todas las partes del árbol, principalmente en su corteza.
Generalmente, el polvo de la corteza de roble se reserva para uso externo, aunque es muy astringente, también es muy irritante y perjudicaría el tubo digestivo. El agua de roble (corteza infundida en agua hirviendo ) cura los vómitos y esputos de sangre, las reglas y las diarreas y el bocio exoftálmico. También se da a beber como contraveneno de algo tóxico. Un cocimiento de raíz en polvo de roble es recomendable para el cansacio, relajamiento y atrofia muscular.
Propiedades para la Salud
Diarrea: 10 gm de corteza de roble se hierven durante 10 minutos en 200 gm de agua, luego se cuela el líquido, endulzarlo al gusto y beberlo en la dosis de una cucharadita cada hora.
Para sabañones: Hervir dos litros de agua y verter en ellos 30 gm de corteza o bien 40 gm de hojas de roble. Retirar en seguida la olla del fuego y esperar algunos minutos antes de filtrar el líquido. Sumergir las manos y los pies atacados por sabañones en él y practicar prolongados baños una vez al día.
Leucorrea: Hervir durante 10 minutos un litro de agua con 100 gm de corteza de roble. Utilizar el líquido después de filtrarlo para lavajes e irrigaciones.
Desarreglos intestinales: Verter 30 gm de corteza de roble cortada a trocitos muy pequeños, en un litro de vino tinto de buena calidad y 10 gm ácido clorhídrico medicinal. Macerarlo durante seis días, después filtrar y tomar de tres a cinco cucharaditas al día.
Debido a su poder antiséptico, se puede utilizar, en forma de gárgaras, para combatir la faringitis, amigdalitis y gingivitis .
También se utiliza, de forma externa, para cicatrizar heridas de lenta curación, hemorroides, eczemas y quemaduras y como loción capilar.Se usa también en compresas para los ojos hinchados y como ducha vaginal. Internamente se emplea en algunas especialidades farmacéuticas contra la diarrea, la flatulencia y la dispepsia, así como para el prolapso uterino y rectal.
Homeopatía
La esencia de corteza de roble se utiliza para los trastornos del bazo y la vesícula biliar; se supone también que provoca una aversión a las bebidas intoxicantes en los alcohólicos. El remedio de roble de las Flores de Bach se utiliza para promover el sentido común y la fuerza interior y para mejorar la capacidad de afrontar las preocupaciones y el estrés.
Remedios populares
Conjuntivitis: Hervir 1 cucharada de corteza de roble, previamente lavado, en 1 taza de agua por 5 minutos. Cubrir y dejar refrescar. Realizar lavados de ojos con esta decocción varias veces al día.
Faringitis: Veter 2 cucharadas de corteza de roble, previamente lavada, en una taza de agua que esté hirviendo. Tapar y dejar refrescar. Filtrar y realizar gárgaras con esta decocción varias veces a lo largo del día.
Várices: Verter un puñado de corteza de roble, otro de hojas de nogal y otro de hojas de orégano en un recipiente de 1 litro y herviar hasta que quede reducido en 3/4. En ese momento, agregar aceite de oliva hasta cubrir. Poner a baño maría a fuego lento por 2 horas y dejar enfriar. Escurrir después el líquido y colar. Masajear con suavidad las piernas (no directamente sobre las várices), de abajo arriba, en dirección al corazón con esta preparación.