“El fuego es un principio divino y no simplemente un elemento más de la naturaleza, la llama que vemos ascender actúa como vehículo del Espíritu supremo”
Madame Blavatsky
Desde las primeras civilizaciones, los hombres han venerado las imponentes fuerzas de la naturaleza, el fuego desde su descubrimiento fue venerado y respetado no solo como una herramienta para sobrevivir, sino por su misticismo y poder que se esconde en sus llamas. Al principio fue utilizado para hacer sus noches menos oscuras en forma de fogatas y antorchas, luego con el tiempo fueron reemplazadas por las velas. Se le atribuyeron poderes mágicos, la flama de la vela simbolizando la luz l espíritu que se libera de su prisión física y terrenal del cuerpo, elevándose hacia los cielos, hacia el ser superior.
En la antigüedad el tener dominio del fuego era como tener al Sol, la Luna o las estrellas al alcance, se veía al fuego como una manifestación de los poderes divinos. El fuego concentra una enorme energía que desde antaño los sabios en las artes ocultas y alquimistas han sabido aprovechar, dominar este elemento y usarlo para determinado fin ha sido una constante en el estudio de la magia. En ese sentido, el fuego sagrado en muchas civilizaciones se convirtió en un símbolo de poder que de inmediato entró a formar parte fundamental de ceremonias de iniciación y purificación, entre otras prácticas místicas.
El fuego siempre ha estado presente en ritos de paso como son las ceremonias de nacimiento y de muerte, en funerales, por ejemplo, se acostumbra velar al difunto en un intento simbólico de iluminar el camino para que su alma llegue al otro mundo. Las velas simbolizan también la luz, el poder divino, la sabiduría y la iluminación.
El elemento del fuego en el altar es representado normalmente por una vela, las cuales pueden utilizarse en diversos colores, cada uno teniendo un atributo en particular, aunque usualmente se utiliza una vela blanca o una vela roja (el color del fuego). En Wicca la vela representando al fuego en el altar deberá estar orientada hacia el sur y está asociado a la energía del yang.
El fuego es energía, transformación, autoridad, sanación, sexualidad, pasión, amor, ímpetu, salud, lealtad y creatividad, fuerza protección, iluminación, fortaleza y autoconocimiento.