El significado importante de abrir y cerrar el círculo en los rituales de magia se relaciona con la creación y disolución de un espacio sagrado, así como con el manejo y protección de las energías espirituales. Este proceso tiene varias implicaciones profundas:
1. Creación de un Espacio Sagrado
- Abrir el círculo establece un espacio separado del mundo ordinario, donde las leyes del tiempo y del espacio no se aplican de la misma manera. Dentro de este círculo, se invoca lo sagrado, permitiendo que el practicante se conecte con fuerzas espirituales, deidades, o aspectos más elevados de la realidad.
- Cierre del círculo marca el fin del ritual, devolviendo la energía del espacio sagrado al mundo profano y asegurando que la energía espiritual no quede dispersa ni interfiera en la vida cotidiana.
2. Protección Espiritual
- Abrir el círculo es un acto de protección. Se crea una barrera energética que impide la entrada de energías negativas o entidades indeseadas, manteniendo al practicante seguro mientras trabaja con fuerzas poderosas.
- Cerrar el círculo asegura que cualquier energía invocada durante el ritual no se quede atrás ni cause desequilibrio, disolviendo la barrera y restaurando el espacio a su estado normal.
3. Contención y Focalización de Energía
- Abrir el círculo permite que la energía generada durante el ritual sea contenida y dirigida de manera precisa. Esto aumenta la efectividad del ritual, ya que la energía no se dispersa, sino que se concentra en el objetivo del trabajo mágico.
- Cerrar el círculo libera esta energía de manera controlada, asegurando que se dirija hacia su propósito previsto y no cause efectos secundarios no deseados.
4. Conexión con lo Divino
- Abrir el círculo es un acto que simboliza la invitación a lo divino, creando un canal de comunicación entre el practicante y las fuerzas espirituales o deidades. Es un gesto de apertura hacia lo trascendental.
- Cerrar el círculo cierra ese canal, pero lo hace con respeto y gratitud, asegurando que la conexión fue temporal y que la energía espiritual invocada puede retornar a su fuente.
Estos son los generales del proceso
Abrir el Círculo
- Protección: El círculo se abre para crear un espacio sagrado y protegido. Dentro del círculo, se cree que las energías negativas no pueden entrar y que las energías invocadas durante el ritual se mantienen contenidas y enfocadas.
- Concentración de Energía: El círculo también sirve para concentrar las energías generadas durante el ritual. Al trazar el círculo, se delimita un área donde la energía puede acumularse y amplificarse, lo que facilita la manifestación de la intención del ritual.
- Separación del Mundo Profano: El círculo actúa como una barrera entre el mundo profano (el mundo cotidiano) y el mundo sagrado (el espacio ritual). Dentro del círculo, se está en un lugar fuera del tiempo y del espacio ordinarios.
Cerrar el Círculo
- Liberación de Energía: Al finalizar el ritual, se cierra el círculo para liberar las energías acumuladas. Este acto también disuelve la barrera que separa el espacio sagrado del mundo profano.
- Agradecimiento y Despedida: Al cerrar el círculo, se agradece a las deidades, espíritus, o energías que fueron invocadas durante el ritual y se les despide formalmente. Es un acto de respeto y gratitud por su participación.
- Restauración del Equilibrio: Finalmente, cerrar el círculo ayuda a restaurar el equilibrio energético tanto del practicante como del entorno. Esto asegura que no queden energías residuales que puedan causar desequilibrios o interferencias después del ritual.
El proceso de abrir y cerrar el círculo es fundamental para realizar los rituales de manera segura y efectiva, asegurando que las energías invocadas sean manejadas correctamente y que el espacio sagrado sea respetado.
El Paso a Paso:
Apertura de un Círculo de Protección en un Ritual:
- Preparación del Espacio:
- Encuentra un lugar tranquilo y limpio donde no serás interrumpido.
- Si lo deseas, puedes limpiar el espacio físicamente y energéticamente (con incienso, agua con sal, etc.).
- Reúne tus herramientas rituales, como una vara, un athame (cuchillo ritual), velas, incienso, y cualquier otro objeto que consideres necesario.
- Definir el Espacio del Círculo:
- Decide el tamaño del círculo. Puede ser tan amplio como lo necesites para moverte cómodamente dentro de él.
- Coloca las cuatro velas en las direcciones cardinales: Norte (Tierra), Este (Aire), Sur (Fuego), y Oeste (Agua).
- Purificación del Círculo:
- Si tienes incienso, enciéndelo y camina alrededor del espacio del círculo, moviéndote en sentido de las agujas del reloj (deosil). Visualiza el humo limpiando y purificando el área.
- Puedes hacer lo mismo con agua salada, rociándola suavemente alrededor del perímetro del círculo.
- Trazado del Círculo:
- Sostén tu athame, vara, o simplemente usa tu mano dominante.
- Comienza en el Este y muévete en sentido de las agujas del reloj, trazando una línea invisible que delimita el círculo. Mientras trazas el círculo, visualiza una barrera de energía protectora que se eleva desde el suelo y forma una cúpula o esfera completa.
- Puedes recitar una invocación o afirmación mientras trazas el círculo, como: “Con esta línea, trazo un círculo sagrado de protección. Ningún mal puede entrar aquí, sólo la luz y la energía positiva tienen cabida en este espacio.”
- Invocación de las Direcciones y Elementos:
- Este (Aire): Enciende la vela del Este y di: “Invoco al elemento Aire, que trae claridad y sabiduría. Que tu energía llene este círculo.”
- Sur (Fuego): Enciende la vela del Sur y di: “Invoco al elemento Fuego, que trae poder y transformación. Que tu energía llene este círculo.”
- Oeste (Agua): Enciende la vela del Oeste y di: “Invoco al elemento Agua, que trae purificación y sanación. Que tu energía llene este círculo.”
- Norte (Tierra): Enciende la vela del Norte y di: “Invoco al elemento Tierra, que trae estabilidad y protección. Que tu energía llene este círculo.”
- Centro (Espíritu): Si deseas, invoca al Espíritu o a la Deidad que prefieras, posicionándote en el centro del círculo.
Cierre del Círculo:
- Una vez que hayas terminado tu trabajo ritual, agradece a las energías, entidades, o deidades que hayas invocado. Puedes decir algo como: “Doy gracias a los elementos y a las energías que me han acompañado. Vayan en paz y con mi gratitud.”
- Camina de nuevo en sentido contrario a las agujas del reloj (widdershins), visualizando cómo la barrera de energía se disuelve suavemente en la tierra.
- Apaga las velas en el mismo orden en que las encendiste, de Este a Norte, agradeciendo a cada elemento mientras lo haces.
Finalización:
- Puedes cerrar el círculo diciendo algo como: “Este círculo está ahora cerrado, pero su protección y poder permanecen conmigo.”
- Recoge tus herramientas y limpia el espacio, si lo deseas.
Este proceso crea un espacio protegido y sagrado para tus rituales, asegurando que estés rodeado de energía positiva y protegido de influencias negativas.