I. A HÉCATE
Invoco a Hécate,
protectora de los caminos,
en las encrucijadas,
grata, celeste, terrenal, marina,
de azafranado peplo, sepulcral,
y que se agita delirante entre las almas de los muertos;
hija de Perses ,
amante de la soledad,
que disfruta con los ciervos,
noctámbula,
protectora de los perros,
invencible soberana que devora animales salvajes,
sin ceñidor en su cintura,
y con una figura irresistible;
que se mueve entre los toros,
dueña guardiana de todo el universo;
conductora ,
joven guerrera,
nutridora de jóvenes,
montaraz.
En conclusión, suplico que asista la doncella a los sagrados misterios, mostrándose propicia al boyero de corazón siempre alegre.