Para un devoto de Brigit, la guardia de su llama puede ser un trabajo devocional sencillo. Se trata de mantener encendida una llama, por medio de una hoguera o una vela, en el lugar de devoción dedicado a la Diosa. La llama ha de permanecer encendida durante 24 horas, que es el tiempo que dura nuestra guardia
personal.
Las velas tipo cirio, de color blanco, rojo o verde, suelen ser las mejores para esto. Se debe procurar no encender velas dedicadas a otros dioses.
Antes de realizar cualquier operación siempre limpiamos nuestro espacio. Antes de encender la vela procedemos a ungirla con aceite de sándalo o roble, siendo este último el más apropiado. Nos centramos mientras ungimos la vela y nos concentramos con la energía del Brigid. Si no se tiene aceite tampoco pasa nada, nos centramos en ello igualmente.
Encendemos la vela recitando alguna oración en honor a Brigid. La siguiente oración llamada “la genealogia de Brigid” es un ejemplo de ella y es una de las más usadas:
“Cada día y cada noche
Que recito la genealogía de Brigid
No seré muerto, no seré herido
No seré hechizado, no seré maldecido
Ninguno de mis poderes me abandonará
Ni tierra, ni turba, ni césped me cubrirán
Ni fuego, ni sol, ni luna me quemarán
Ni agua, ni lago, ni mar me ahogarán
Ni aire, ni viento, ni vapor me enfermarán
Ni encanto de Hada me llevará
Y estoy bajo la protección de la Doncella Sagrada
Mi gentil madre adoptiva
Mi amada Brigit.”
Después nos centramos un rato en su energía, o podemos optar por meditar con los dones que Brigid puede traernos a nuestra vida ( como es la paz, la sanación, guardia de algunas guerras) . Cuando hayamos terminado, dejamos la vela encendida.
Se puede ofrendar a Brigid algo más que fuego: Puedes ofrendarle poemas, canciones, música, trabajos manuales, comida, leche, incienso.