Veracruz es un estado rico en tradiciones mágicas y esto se ve reflejado, no solo en sus danzas, sino también en las tradiciones que forman parte de todo el folklore de la zona.
En este articulo tocamos estos temas:
- El Sincretismo de la Santería y las Antiguas Formas del Mexicanismo Prehispánico
- Los Brujos de Catemaco
- La Película nueva de Netflix: Las Antiguas Formas
- El Son Jarocho: La Bruja y el significado de la danza
Recordando, que la santería es una religión de procedencia africana, misma que floreció en Cuba en tiempos de la Colonia, a su vez, dicha religión se fue construyendo con base en un sincretismo religioso, producto de la mezcla cultural entre esclavos africanos y españoles, conformando lo que en la actualidad se conoce como santería, regla lucumí o regla de Ocha.
En Catemaco, Veracruz, la religión antes mencionada ha atravesado por un proceso social que ha surgido desde el momento en que algunas personas se acercan con un santero y no con un brujo como es la tradición local. Esto nos habla de cómo ciertas religiones se han establecido y de alguna manera se han desarrollado en regiones del país; Catemaco una de ellas. Compartiendo ideologías y elementos religiosos transnacionales y, a la vez, reconstruyendo ciertas costumbres que algunas personas tenían arraigadas, como es el caso de las conocidas “limpias” o “curaciones” acudiendo con brujos tradicionales o “curanderos”, mismos que se han valido de distintos panteones religiosos tales como el prehispánico, el católico, “entidades demoníacas” y, entre éstos el panteón religioso Yoruba, donde se origina la santería.
Por lo tanto, la historia que caracteriza a dicho pueblo se ha construido a partir de experiencias religiosas conformando así un largo proceso de adaptación, mismo que se ve reflejado en las tradiciones locales.
Por otro lado, dichas creencias como la brujería, la curandería, la santería entre otras han estructurado ciertos actos sociales como son los rituales, otorgándole significados. Algunos de los rituales más conocidos en Catemaco son: de iniciación, de maldición, de salación, de sanación, amarres, limpias, entre otros, mientras que por la santería se han incorporado los conocidos: ebbo, omiero, iniciaciones, imposiciones de collares, guerreros, entre otros. Utilizando ciertos elementos como son: algunas plantas, animales, piedras, entre otros, mismos que sirven como parte de los rituales, pues sin estos el ritual es obsoleto.
Dichos procesos sociales han surgido a través de interacciones entre creyentes, brujos, curanderos, espiritistas, santeros, entre otros y, como resultado hombres y mujeres han construido creencias en seres sobrenaturales, pero no específicos sino más bien en realidades sobrenaturales, basadas en las experiencias cotidianas, por lo que es lo mismo asistir a misa y creer en la brujería, pero también recurrir a santeros para corregir alguna situación.
En Catemaco, Veracruz, se puede observar cómo las creencias en la brujería, en el catolicismo y en la santería se mezclan formando “creencias sobrenaturales” a partir de la adoración de distintas entidades tales como: Belcebú, la Virgen del Carmen de Catemaco, Shangó, entre otros, pues aunque son creyentes en la religión católica, también creen en la brujería como parte de la cultura del entorno y, en la santería como una posibilidad novedosa, además han llegado a practicar distintos rituales, por un lado apropiándolos específicamente algunos grupos de comerciantes y, por el otro, los brujos, mezclando ciertos rituales y elementos así como entidades religiosas para el refuerzo de sus prácticas y de protección entre ellos.
Historia de las diásporas africanas en América
La santería, regla lucumí o regla de Ocha es una religión que tiene sus orígenes en la tribu africana Yoruba: un pueblo proveniente de Dahomey lo que hoy conocemos como Benin, así como también de Nigeria a lo largo del rió Níger. Los Yoruba creen en un dios llamado Olorun u Oludumare, para ellos la fuente del ashe (la energía espiritual de la que se compone el universo, todo lo vivo y todas las cosas materiales). La estructura de esta religión se encuentra en un panteón religioso de divinidades como Shangó, Obatalá, Oggún, Yemaya, Oshún, Babalu aye, entre otros.
Entre 1820 y 1840, los principales tratantes de esclavos (portugueses, holandeses y franceses) los vendían a los españoles. Éstos los trajeron a América, en especial a Cuba, Brasil, Trinidad, Haití y Puerto Rico, para explotarlos en el principal negocio de la colonia: el cultivo de la caña de azúcar. Dentro de estos grupos se encontraban diferentes etnias.
Los Yoruba fueron los más capturados, razón por la cual su panteón religioso predominó en Cuba, pero también llegaron algunos del Congo, Angola, Guinea y otras partes de África. Es por eso que existen otras religiones en el Caribe como el vudú o vaudou en lengua francesa, que exclusivamente se practica en Haití. El palo mayombe o palo monte, del Congo, también se practica en Cuba; la regla kimbisha, la biyumba entre otras. En Brasil el equivalente a la santería es el macumba o candomblé de Nigeria.
El panteón religioso de la santería en Cuba, comparte algunos dioses con el candomblé brasileño y puede que pase lo mismo en Trinidad y Puerto Rico. Estos países dan otros significados a sus dioses, algunos coinciden ¿acaso la santería en Catemaco tiene otros significados? Esta fue otra de las preguntas que me hice al inicio de esta investigación.
La diferencia de la santería en Cuba con la santería o candomblé que se puede ver en Brasil, es respecto a su panteón de divinidades, ya que estos se utilizan para diferentes situaciones, donde predomina la magia; la santería es una religión que adopta el culto a la naturaleza y a los espíritus. En Cuba este panteón religioso persistió igual que entre los Yoruba por la mayoría de población de Dahomey, mientras que en otros países del caribe varía la población de descendencia Yoruba.
La santería en México, en especifico en Catemaco, Veracruz, ha tenido un auge importante a partir de 1959, con los inmigrantes cubanos y los actores sociales que ya compartían escenarios en el país, en especial en Veracruz, donde se organizaba el denominado Carnaval de Veracruz: Veracruz también es Caribe. Esta asimetría entre ambas culturas (caribeña y veracruzana) es muy especial y por ello:
“Algunos elementos que forman parte del universo religioso de la santería, permiten observar de manera clara cómo se entrecruza con otra amplia gama de prácticas, objetos y servicios pertenecientes a otras ‘tradiciones’, que la insertan en procesos más amplios de mercantilización de símbolos, creencias, prácticas y objetos culturales, cuyo uso y apropiación muchas veces ‘refuncionalizan’ y modifican su sentido original”
Juárez 2000
Los Brujos de Catemaco
Catemaco es un poblado a un costado de un lago precioso, con quien comparte el nombre. Se ubica al este de México y es bien reconocido a nivel mundial por ser un centro ceremonial dedicado a la magia y a la brujería en distintas variedades, y con muchas connotaciones y mitos.
Los brujos de Catemaco trazan su origen a la época prehispánica
Para poder responder a estas preguntas, hay que conocer un poco más acerca de historia, particularmente antes de La Conquista. Desde la época prehispánica, se puso a os brujos, shamanes, hechiceros y similares en una alta posición social y cultural. Los mexicas tenían clasificados a 40 diferentes tipos de curanderos, los cuales eran venerados por sus distintas habilidades y conocimientos. Los olmecas, una de las civilizaciones más antiguas que habitó en lo que ahora es Veracruz, también los clasificó así.
Sin embargo, con La Conquista, llegaron a Nueva España esclavos provenientes de países africanos, así como de Cuba y Haití. Como resultado, se produzco una mezcla y amalgama de creencias que dieron como resultado a los actuales brujos de Catemaco. La religión católica se mezcló con la santería cubana, el vudú haitiano, el curanderismo mexica y tradiciones olmecas, entre otras. Eventualmente, estas mezclas vinieron a incluir a figuras como Satanás y la Santa Muerte, que son abiertamente veneradas en Catemaco.
Brujería moderna
Ahora, en este lugar veracruzano sobrevive esta práctica, en la cual también existe una jerarquía con respecto a los brujos. Enrique Marthen, apodado El Ahijado del Diablo, afirmó que en la historia de Catemaco sólo han existido seis brujos mayores. Este título sólo se da a aquellos brujos mayores de 70 años, siendo él una excepción a sus 52 años.
No se puede negar el hecho de que las prácticas practicadas por los brujos de Catemaco, Veracruz, se han industrializado. Pero eso no significa que hayan perdido creyentes por ello, pues aquí, la gente sigue dependiendo de ellos para limpias.
También se le conoce porque todos los años, el primer viernes de marzo, la ciudad celebra su festival anual de brujería y atrae a cerca de 5,000 visitantes de todo el mundo.
Desde 1970 el turismo en Catemaco se disparó debido a la fama de Gonzalo Aguirre, un renombrado brujo que vivió y practicó en la región. Durante su vida, Aguirre realizó rituales para políticos, actores y líderes empresariales. También organizó una convención de brujería que reunió a los mejores chamanes del país para un ritual.
Las 13 brujas más importantes de Catemaco, conocidas como los “Hermanos”, gozan de un respeto considerable en el pueblo. A lo largo de los años, el dinero que fluye del turismo sin duda ha impactado en la cultura de la brujería en la región.
Lo que más se hace en Catemaco son las limpias espirituales, una práctica de raíces prehispánicas que a menudo incorpora oraciones a los santos católicos. La ceremonia suele incluir un huevo de gallina, unas ramitas de romero y perfume. Para limpiar a una persona, una bruja le cepilla la cabeza, las piernas y el torso con las plantas mientras murmura una oración.
En Los Tuxtlas habitan todo tipo de criaturas mágicas, al menos esa es la creencia. Circulan rumores sobre naguales, poderosas brujas que se transforman en jaguares o pumas y merodear por el bosque por la noche. Algunos dicen haber visto chaneques, pequeños duendes que viven en el bosque y que protegen el bosque y ahuyentan a los intrusos.
La magia blanca se practica en la región de Los Tuxtlas, una mezcla de brebajes de hierbas ancestrales, medicina moderna y un crisol de rituales mágicos reunidos en diferentes partes del mundo, añejados en una mezcla de los Pasado hispano con un toque de catolicismo.
En Catemaco el escepticismo y la racionalidad no van bien de la mano. Aquí se respira un aire espesó y la atmósfera te pone en alerta.
Las Antiguas Formas
Las formas antiguas, filme de terror inspirado en los brujos de Catemaco, Veracruz, llegó a la plataforma de Netflix el pasado miércoles. La película dirigida por Christopher Alender ya es una de las más vistas dentro del catálogo del streaming en México.
El proyecto que fue parte del Festival Sitges de Europa en la edición 2020, sigue a una periodista llamada Cristina López, interpretada por Brigitte Kali Canales (Fear the walking dead). La joven viaja a su natal Veracruz para realizar un trabajo sobre los brujos de Catemaco.
El Son Jarocho: La Bruja
La Bruja es un Son Jarocho inusual de Sotavento-Catemaco en Veracruz. Es altamente melódico y rompe el ritmo del Son en tiempo 2/4 o 3/4. Se ejecuta por medio de un arpa grande de 32 cuerdas, que da el timbre característico; un requinto de cuatro cuerdas y una jarana, que es una guitarra pequeña que no tiene un número específico de cuerdas, pero que da una sensación armónica de mucha profundidad.
Quien haya pasado tiempo en la zona rural de México sabe de la oscuridad, las noches débilmente iluminadas en viejas casas y de las muchas historias y leyendas de fantasmas, demonios y brujas que abundan.
La Bruja es una de tantas leyendas, que es quizá el equivalente cultural al Drácula de Rumania. La Bruja es una creatura siniestra, en forma de mujer, quien necesita chupar sangre. La Bruja es tanto atemorizante como también una fantasía sexual masoquista, muy común en el Itsmo de Tehuantepec. Las líneas entre estos dos aspectos se vuelven borrosas en la doble moral de la region.
La Bruja viene a representar a las sexualmente reprimidas, insatisfechas o solitarias mujeres de mediana edad que salen a cazar “sangre fresca”.
El baile de la bruja es originario de Veracruz, es de los bailes típicos el más famoso y más representativo de la región, porque forma parte del jarocho tradicional, uno de los sones más conocidos, su letra es de carácter lúdico. Es un son jarocho que trata sobre una mujer que es muy desinhibida y atrae a los hombres con sus encantos, aunque en la letra de la canción no lo dice textualmente, ése es concepto de la canción.
El baile de la bruja se ejecuta con una veladora encendida dentro de un vaso de vidrio en la noche, en el dia se puede utilizar un vaso con agua y una clavel rojo y uno blanco.
La Bruja es una reverencia al lazo que Veracruz tiene con lo sobrenatural, un cuento clásico de seducción y magia, contado a través de danza.
Este son es indudablemente reconocido en Veracruz y forma parte de la tradición del fandango regional, en especial en la región del Sotavento-Catemaco.
Significado del Baile de la Bruja
El Baile de la Bruja consiste en el típico zapateado de los sones jarochos, pero se eleva el nivel de dificultad: se coloca un vaso con una vela prendida en la cabeza de las bailarinas —aunque puede sustituirse por un clavel—.
Este seres una referencia a la estrecha unión que Veracruz tiene con lo mágico, místico y sobrenatural. Es un ente cuya presencia se siente en todo México, y en estas regiones toma muchísima fuerza; es un horripilante ser que busca la sangre de bebés de escasos meses de edad, preferentemente no bautizados.
Debido al doble sentido de la letra de la canción, la Bruja también puede representar a las mujeres reprimidas en el aspecto sexual, especialmente maduras, que por las noches salen a cazar a algún incauto.
La letra
Del Son de la Bruja existen muchísimas versiones, pues en el son jarocho las improvisaciones son comunes: se van agregando o quitando palabras a algún verso en cada interpretación.
Con el paso del tiempo, y como sucede con muchos otros sones veracruzanos, la letra se modifica mediante juegos de palabras que contextualizan la época, introducen chistes e insinuaciones sexuales y explotan la creatividad mexicana.