El alfabeto vikingo o rúnico es el sistema de escritura que utilizaban los pueblos nórdicos durante la Era Vikinga.
El idioma de los vikingos era el nórdico antiguo, que a su vez derivaba del protonórdico. Pues bien, en materia de escritura rúnica distinguimos tres alfabetos:
- El Futhark antiguo (150-800). Se corresponde con el protonórdico, una lengua hablada tanto por escandinavos como por tribus germánicas que fueron migrando hacia el noroeste de Europa.
- El Futhark anglosajón o Futhorc (400-1100). Esta variante fue utilizada en el inglés antiguo y el frisón antiguo (Frisia es una región que actualmente se ubicaría en Países Bajos).
- El Futhark joven (800-1100). Se trata de las runas escandinavas, lo que podemos considerar como alfabeto vikingo.
Hacia el año 800, el protonórdico evolucionó en el nórdico antiguo. Aunque la lengua se enriqueció con nuevos fonemas, el número de runas o letras se redujo considerablemente. Si el Futhark antiguo contaba con 24 runas, el Futhark joven constaba sólo de 16 runas.
Como cualquier alfabeto, las runas son un sistema fonético y por lo tanto representan sonidos. Es decir, que la escritura vikinga no representa ideas. Sus caracteres no representan ideas, sino sonidos procedentes de la lengua oral.
De hecho la palabra Futhark (pronunciado como ‘fuθark’) hace referencia a las seis primeras runas del alfabeto: f, u, þ, a, r, k. Al igual que la palabra abecedario viene de «a, b, c» y el alfabeto viene del griego «alfa, beta».
Por otra parte, hay que señalar que existían varias versiones del Futhark joven:
- Las runas de rama larga o danesas.
- Las runas de rama corta o sueco-noruegas, también conocidas como runas de Rök.
- Las runas de Helsingia, sin poste o eje vertical.
- Las runas islandesas.
Cabe aclarar que las runas de rama larga y de rama corta se utilizaban tanto en tierras danesas como en suecas y noruegas, indistintamente. Al parecer, las de rama larga se empleaban en textos más solemnes labrados sobre piedra, mientras que las de rama corta se aplicaban en escritos más cotidianos o tallados en madera.
Como podemos observar, este alfabeto no era sistema perfecto para la escritura. Esto explica que en las inscripciones de los siglos X y XI se encuentren runas modificadas. No están estandarizadas en todos los lugares, pero las ponemos como ejemplo de runas evolucionadas del Futhark joven.
El origen histórico
Como probablemente sepas, el alfabeto es un invento de los fenicios. Posteriormente este sistema de escritura fue imitado por griegos, etruscos y otros pueblos mediterráneos. Y entonces, ¿cómo llegó hasta las tribus germánicas?
La opinión general de los investigadores escandinavos es que el Futhark antiguo tiene su origen en el alfabeto latino o romano. Los contactos con las tribus germánicas dieron como resultado que el protonórdico desarrollara un alfabeto propio.
Una de las pruebas de esta teoría es la evidente similitud entre el alfabeto rúnico y el latino. De hecho, entre sus 24 runas podemos encontrar caracteres casi idénticos a las letras latinas: la r, la i, la b o la t, entre otras.
Peine de hueso del siglo X con runas nórdicas que dicen «Thorfast hizo un buen peine» (Museo Británico).
El origen mitológico
La cultura vikinga atribuía una naturaleza divina a su escritura. Hasta nuestros días han llegado dos mitos relativos a esta cuestión. El primero se remonta al origen de la humanidad. Cuenta cómo el dios Ríg tuvo tres hijos de tres mujeres: Jarl (noble), Churl (hombre libre) y Thrall (esclavo). Cuando Jarl creció y empezó a mostrar signos de nobleza, Ríg le enseñó las runas.
El otro relato, recogido por el arzobispo sueco Olaus Magnus en el siglo XVI, habla sobre un hombre llamado Kettil Runske que robó tres bastones a Odín. Estos objetos estaban tallados con runas, y de ellos pudo aprender a leer y escribir.
El Futhark joven estuvo en vigor durante tres siglos, hasta el siglo 1100. Su limitado número de letras no cubría todos los fonemas de nórdico antiguo, por lo que se desarrollaron runas nuevas.
Destacan las runas medievales (1100-1500), con nuevos caracteres y que convivieron con el alfabeto latino. En la provincia sueca de Dalecarlia, por su parte, se desarrolló una mezcla de runas y letras latinas conocidas como runas dalecarlianas (1500-1800).
El avance del cristianismo conllevó una expansión del alfabeto romano. Finalmente, las runas dejaron de utilizarse en favor de las letras latinas, de forma que los actuales idiomas sueco, noruego, danés e islandés se escriben con este alfabeto.
El Futhark como herramienta Mágica
Las runas son uno de los elementos más sagrados en el Ásatrú. A simple vista parecen símbolos que se asemejan a letras pero en realidad son mucho más que eso. Su profundidad y complejidad son tales que apenas unos pocos son capaces de comprender la inmensa sabiduría que guardan en su interior.
La palabra runa en sí misma significa muy acertadamente “secreto” (en alemán “raunen” quiere decir susurrar) y es que efectivamente adentrarse en el mundo rúnico sin haber sido iniciado es una tarea, si no imposible, muy difícil.
En la Edda poética, el poema Hávamál nos cuenta muchas cosas sobre las runas. En sus estrofas 138 y 139 nos dice que Odín fue su creador:
138
Sé que pendí nueve noches enteras
del árbol que mece el viento;
herido de lanza y a Odín ofrecido,
-yo mismo ofrecido a mí mismo-
de aquel árbol colgué del que nadie conoce
el origen de sus raíces.139
Ni pan me tendieron,
ni cuerno de bebida;
fijo en la profundidad miré,
las runas alcé,
entre gritos las gané,
y caí de nuevo a la tierra.
Las runas tienen pues un origen divino y deben ser respetadas por todo ásatrúar. Esto no quiere decir que todo ásatrúar sepa sobre runas ni que todo aquel que sepa sobre runas sea ásatrúar. Son dos cosas distintas si bien es cierto que es muy importante que en todo kindred haya al menos un experto en el ancestral arte de las runas.
Los usos que le damos a las runas son principalmente tres:
- Como alfabeto: las runas nos sirven para leer, escribir y transcribir cualquier tipo de textos.
- Como mancia: tal vez esta sea la “utilidad” más llamativa sobre todo para los que se inician en el noble arte. Hay que tener en cuenta no obstante que las runas no adivinan el futuro como tal. El oráculo ofrece consejos sobre los caminos que se abren pero somos nosotros quienes debemos elegirlos y recorrerlos.
- Como magia: esta es sin duda la función más desconocida, de más difícil acceso y de mayor poder de las runas. Requiere años de estudio y práctica llegar a dominar la magia rúnica. Por lo general, el vitki (brujo) guarda como un preciado tesoro sus conocimientos de magia y solamente los desvela a las personas que él considere dignas para utilizarlos.
Las runas se organizan en un alfabeto que se conoce como futhark (llamado así por las seis primeras runas que lo componen). Hay distintos tipos de futhark pero nosotros nos vamos a referir siempre al antiguo o clásico por ser el más ancestral de todos y del cual se derivarían posteriormente todos los demás.
Como podemos observar, este alfabeto está dividido en tres grupos de ocho runas llamados aettir (plural de “aett” que significa familia o dinastía). Tradicionalmente cada aett recibe el nombre de un dios de la mitología germánica según la letra por la que comienza el grupo. Así se dice que el primer aettir es el de Frey (F), el segundo es el de Heimdall (H) y el tercero es el de Tyr (T).
Este orden no es en absoluto casual ya que, como veremos en futuras lecciones, es utilizado tanto en numerología rúnica como en diversos métodos de encriptación. Sin ahondar mucho en este apasionante tema podemos ver el siguiente ejemplo que ilustra muy bien a lo que nos estamos refiriendo:
Podemos ver una runa encriptada que alude a la runa Thurisaz (TH). En la parte izquierda una línea señala que nos estamos refiriendo al primer aett. Asimismo en el lado derecho hay tres líneas que nos indican el orden que ocupa la runa dentro de su grupo: la tercera runa del primer aett.
El futhark antiguo está compuesto exclusivamente por 24 runas. Existen bastantes libros que hablan sin embargo de alfabetos con 25 runas formados por las 24 del futhark más una runa blanca. Hay que decir que la runa blanca nunca ha existido ya que ni siquiera es una runa. El origen de esta nueva runa blanca conocida como runa de Odin o del Wyrd, fue un invento del autor Ralph Blum