Encuentra un lugar cómodo, tranquilo y silencioso; comienza a realizar ejercicios de respiración profunda inspirando por la nariz y espirando lentamente por la boca… Y disfruta de estos tres ejercicios que te ayudarán a prepararte para experimentar las visualizaciones más efectivas:
1.- Mariposas. Imagina que estás acostado sobre la hierba con tu espalda tocando su textura. Ves nubes encima de ti, árboles a tu alrededor, y sientes la calidez del sol sobre tu cuerpo.
Entonces comienzas a ver mariposas flotando a tu alrededor…
Imagina que la primera es de color amarillo brillante. Ves que aparece en tu visión y poco a poco sale volando por detrás de ti o hacia un lado… hasta que dejas de verla.
De repente aparece otra mariposa. Esta es de color púrpura, y vuela sobre tu cabeza y delante de ti… hasta que también desaparece de tu vista.
Una mariposa de color naranja que acaba de aparecer hace exactamente lo mismo que sus predecesoras… Vuela alrededor de ti mientras disfrutas de su belleza, hasta que se agita y desaparece en la distancia.
Al repetir esa secuencia de colores (amarillo-púrpura-naranja) tu mente establece que debe haber un orden.
Así que esto te ayudará cuando estés visualizando por ti mismo en un futuro, y podrás crear imágenes más claras y nítidas.
2. Burbujas. Este ejercicio es similar al de la mariposa, pero con un valor añadido: en él interviene otro de tus sentidos además de la vista.
Imagínate a ti mismo en un lugar oscuro y tranquilo. A tu izquierda oyes el estallido de una burbuja. Es un sonido suave y sutil.
Justo después oyes lo mismo a tu derecha. Y a continuación, otro estallido detrás de ti, sobre tu cabeza y frente a ti… Por este mismo orden.
Repite este ejercicio durante varios minutos siguiendo la misma secuencia.
Es muy importante que te mantengas enfocado y no dejes que otros pensamientos o ruidos interfieran en tu mente.
Si el ejercicio anterior te ayudaba a crear imágenes nítidas, con este estarás abriendo tu mente a los sonidos que puedan estar presentes en tu visualización para hacerla todavía más real.
3. Sentido del tacto. Y hablando de sentidos,¿qué seríamos sin la oportunidad de experimentar nuevas texturas y temperaturas?
Este ejercicio hará que incorpores también las sensaciones que te producen los objetos materiales que estés visualizando, y los sientas tanto como puedas.
Imagina que frente a ti hay una mesa con una manzana, un libro y un pedazo de papel de lija frente a ti.
Coge la manzana, siente su tacto, fíjate en su peso, siente lo suave que es…
A medida que tu mano se desliza sobre ella, vas notando lo rígida que es.
Mentalmente, deja la manzana y coge el libro. De inmediato notarás la diferencia con el peso de la manzana… Es más pesado.
¿Cuánto pesa? ¿Tiene una cubierta rugosa o lisa? Pasa rápido las páginas notando la brisa en tu cara… Tócalo, siente el tacto de la portada, de las páginas, y después déjalo y coge el papel de lija.
Frota tus dedos suavemente sobre el papel. Ten en cuenta la sensación granulosa y cómo tus dedos se bloquean al tratar de deslizarse sobre el papel.
Siente su tacto, observa como su superficie es rugosa y áspera… Y después gíralo y siente la suavidad del lado opuesto del papel.
Durante este ejercicio mantente sobretodo concentrado en la sensación que experimentas.
Estos tres ejercicios centrados en la vista, el oído y el tacto pueden ayudarte a desarrollar visualizaciones cada vez mas poderosas. Te sorprenderás de todo lo que vas a lograr si aprendes a visualizar de manera efectiva.
“La deuda que tenemos con el juego de la imaginación es incalculable…”
Carl Jung.