Cultos Dendroláticos

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CULTO DE LOS ARBOLES

ESPÍRITUS ARBÓREOS

Arboles | Cultos Dendroláticos | Druidería

En la historia religiosa de la raza aria de Europa la adoración a los árboles ha jugado un papel importante. Nada puede ser más natural: en la aurora de la historia, Europa estaba cubierta de inmensas selvas vírgenes y en las que los escasos claros deberían parecer a modo de islas en un océano de verdor.

En una investigación que Grimm hizo de las denominaciones teutónicas  de “templo”, deduce como probable que, entre los germanos, los más viejos santuarios fueron los bosques naturales. Sea como quiera, el culto del árbol está bien comprobado en todas las grandes familias europeas del tronco ario. Entre los celtas nos es familiar a todos el culto de los druidas al roble y su palabra antigua para “santuario” la creemos idéntica en origen y significado a la latina nemus, un bosque o boscaje abierto, que todavía sobrevive en el nombre de Nemi.

Entre los antiguos germanos fueron corrientes los bosques sagrados y el culto del árbol no está totalmente extinguido entre sus descendientes actuales. La severidad del culto en sus primeras épocas puede deducirse de las penas feroces que señalaban las antiguas leyes germánicas para el que se atrevía a descortezar un árbol vivo: cortaban el ombligo del culpable y lo clavaban a la parte del árbol que había sido mondada obligándole después a dar vueltas al tronco de modo que quedasen sus intestinos enrollados al árbol.

Yggdrasil | Cultos Dendroláticos | Druidería

El hombre que subió a las ramas contesta desde allí en nombre del árbol que dará fruto y muy abundante. A pesar de lo rara que pueda parecemos esta horticultura, tiene su paralelo exacto en Europa. El día de Nochebuena, muchos campesinos eslavos del sur y búlgaros blanden terroríficamente un hacha contra el árbol frutal estéril, mientras otros hombres colocados ante-él interceden por el amenazado diciendo: “No le cortes; él querrá dar fruto”. Por tres veces el hacha corta el aire y por tres veces el golpe que amaga es evitado por la súplica de los intercesores.

Otras veces son las almas de los difuntos las que se cree animan a los árboles. En la Australia central, los de la tribu Dieri consideran muy sagrados ciertos árboles en los que suponen se han transformado sus padres; por esta creencia, hablan con reverencia de los árboles y tienen cuidados extremos para que no los corten o quemen.

En la mayoría, si no en la totalidad de estos casos, predomina la idea de estar el espíritu como incorporado al árbol: le anima y padecerá y morirá con él. Pero según otra opinión probablemente posterior, el árbol no es el cuerpo, sino la morada del espíritu arbóreo, que puede entrar y salir a su acomodo. En luna llena salen de su escondrijo los espíritus y vagabundean por los alrededores; tienen una cabeza enorme, brazos y piernas muy largos y un cuerpo pesado. Con el designio de propiciarse los espíritus arbóreos, la gente les ofrece alimentos, gallinas, cabras y cosas parecidas poniéndolos en los sitios que ellos creen que frecuentan.

PODER BENÉFICO DE LOS ESPÍRITUS DE LOS ÁRBOLES

Cuando se llega a considerar al árbol no tanto como el cuerpo delespíritu arbóreo, sino simplemente como su morada, de la que puede prescindir si gusta, se ha hecho un avance importante en el pensamiento religioso; el animismo va caminando hacia el politeísmo. En otras palabras, en lugar de mirar cada árbol como un ser consciente y vivo, el hombre solamente le ve como una masa inerte y sin vida en la que reside poco o mucho tiempo un ser sobrenatural que puede pasar libremente de un árbol a otro, gozando de ciertos derechos de posesión o señorío sobre todo el bosque, y dejando de ser un alma del árbol llega a ser un dios de la selva.

Tan pronto como el espíritu arbóreo se ha zafado en cierta medida del árbol en particular, comienza a cambiar su figura y a tomar la humana, en virtud de la tendencia general del pensamientoprimitivo a revestir de concreta forma humana a los seres espirituales abstractos. Por esto en el arte clásico las deidades silvanas están antropomorfizadas, denotando su carácter nemoroso por alguna ramita u otro símbolo igualmente patente. Este cambio de forma no afecta al carácter esencial del espíritu arbóreo.

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También los espíritus arbóreos hacen prosperar las cosechas. Entre los mundaris, hay un bosque sagrado en cada aldea y “las deidades del bosque tienen la responsabilidad de las cosechas, siendo especialmente festejadas en todas las grandes fiestas agrícolas”. La misma idea se desprende de las costumbres alemana y francesa del “mayo de la siega”; éste, es una rama grande o un árbol entero que, adornado de panojas o espigas, traen a casa en la última carretada de mies y que después cuelgan del techo de la granja o del granero quedando allí todo el año. Mannhardt ha demostrado que esta rama o árbol personaliza al espíritu arbóreo concebido como el espíritu de ¡a vegetación en general y cuya influencia vivificante y fructificante es atraída así especialmente sobre el grano. Por esto en Suabia, el “mayo de la siega” es atado entre las últimas cañas de mies que quedan erguidas en el sembrado; en otros lugares lo plantan en el campo de siega y atan a su tronco el último haz que cortan.

También el espíritu del árbol hace que se multipliquen los rebaños y bendice a las mujeres con hijos. En la India septentrional, el emblica officinalis1 es un árbol sagrado. El día onceno del mes Falgum (febrero) derrama libaciones al pie del árbol, atan a su tronco cuerdas rojas o amarillas y le ofrecen oraciones por la fertilidad de mujeres, animales y cosechas  guardián (limonero, fresno u olmo) en las cercanías de cada hacienda. Nadie podía arrancar una sola hoja del árbol sagrado, delito castigado  con desgracias y enfermedades. Las mujeres grávidas solían abrazarse al árbol con la idea de tener un parto fácil. En algunas tribus negras de la región del Congo, las embarazadas se hacen vestiduras con la corteza de un árbol sagrado especial, porque creen que este árbol las libra de los peligros que acompañan al parto. La leyenda que muestra a Leto agarrada a una palmera y un olivo o a dos laureles cuando estaba dando a luz a los divinos mellizos Apolo y Artemisa, señala quizá una idea griega parecida: la creencia en la eficacia de ciertos árboles para facilitar el parto.

“Entre las costumbres antiguas que conservan todavía los de Cornualles puede enumerarse la de adornar sus puertas y porches el día de mayo con árboles o ramaje verde de sicómoro y acerolo y la de hincar los árboles o mejor aún poner tocones y cepas delante de sus casas ” En el norte de Inglaterra fue costumbre antigua que la juventud levantara poco después de la medianoche para ir con acompañamiento de músicas y toques de cuerno a las arboledas, donde derribaban ramas de los árboles, las que adornaban con ramilletes y coronas de flores; cuando volvían, aproximadamente al amanecer del “día mayo”, colgaban las ramas adornadas con flores sobre las puertas y ventanas de las casas. En Abingdon, en el Berkshire, antiguamente la gente joven marchaba en grupos la mañana del “día mayo” cantando unos villancicos, dos de cuyas estrofas son las siguientes:

Hemos estado vagando toda la
Noche y parte del día, y ahora
Volvemos trayendo nuestras
Guirnaldas con alegría.
Le traemos una guirnalda
Aíegre y ante su puerta ya
Estamos; es un brote bien
Florido, del Señor, obra de sus manos.

Esto es en tanto que al espíritu arbóreo se le considera como incorporado o inmanente en el árbol. Vamos ahora a mostrar cómo el espíritu del árbol es frecuentemente concebido y representado separado del árbol y revestido de forma humana y, aún más, encarnado en hombres y mujeres vivientes. La prueba de esta representación antropomórfico del espíritu se encuentra las más de las veces en las costumbres populares de los aldeanos europeos.

Hay una serie de casos instructivos en los que el espíritu del árbol está representado simultáneamente bajo las formas vegetal y humana, colocadas una al lado de la otra, como si fuera con el expreso propósito de explicarlas recíprocamente. En esta serie, la representación humana del espíritu del árbol es a veces un muñeco o efigie y otras, una persona viva; mas sea muñeco o persona, está colocada al lado del árbol o rama, de tal modo que, juntas la persona o muñeco y el árbol o rama, forman una especie de inscripción bilingüe, en la que, por decirlo así, cada una es la traducción de la otra.

El espíritu que vivifica los árboles y está activo en las plantas inferiores es el mismo que hemos reconocido en el árbol mayo y en el mayo de la cosecha. Bastante consecuentemente se supone que el espíritu también manifiesta su presencia en la primera floración primaveral y se revela a sí mismo ya como una muchacha representando la rosa de mayo. La procesión con este representante de la divinidad, se suponía que producía sobre las aves de corral, los árboles frutales y las mieses los mismos benéficos efectos que la presencia de la deidad misma

Hasta aquí hemos visto que el espíritu arbóreo o espíritu de la vegetación está representado en general, ya en forma vegetal y humana como un árbol, rama o flor, ora en formas simultáneas vegetal y humana como un árbol, rama o flor en combinación con un muñeco o una persona viva. Nos queda por mostrar que su representación por el árbol, rama o flor es completamente abandonada en ocasiones, conservándose su representación por una persona viva. En este caso el carácter representativo de la persona está señalado generalmente por el revestimiento de hojas o flores de él o de ella y algunas veces, además, está indicado por el nombre de él o de ella

En las serranías de Escocia, el renacimiento de la vegetación en  primavera se representa usualmente de un modo gráfico en el día de Santa Brígida el 19 de febrero. Así, en las islas Hébridas “la señora y sirvientas de cada familia cogen un haz de avena y la revisten con ropas de mujer, poniéndolo en una gran cesta y teniendo a su lado una garrota  de madera, para ‘ella’; esto lo llaman la ‘cama de Brígida’. Seguidamente, la señora y sirvientes gritan tres veces: ‘¡Brígida está llegando, sea bienvenida Brígida’!” “Esto lo hacen en el mismo momento en que todas van a acostarse y cuando se levantan por la mañana, miran entre las cenizas del hogar esperando ver en ellas la huella de la garrota de Brígida; si la reconocen, es un presagio cierto de cosecha abundante y un año próspero, siendo tomado lo contrario como mal agüero”.

Otro testigo describe la misma costumbre como sigue: “La noche antes de la Candelaria es usual hacer una cama en una parte cercana a la puerta de entrada con hojas de maíz, granzas y heno; sobre ella extienden unas mantas. Cuando ya está lista, sale una persona y grita afuera: ¡Brígida, Brígida, entra; tu cama está dispuesta! Toda la noche quedan encendidas una o varias velas”.

De un modo parecido, en la Isla de Man, “la víspera del 19 de febrero tenían antes una fiesta llamada en el lenguaje mank Laa’lBreeshey, en honor de la señora irlandesa que vino a la Isla de Man para tomar el velo de manos de San Manghold. La costumbre consistía en reunir un manojo de junquillos verdes y poniéndose en el umbral de la puerta con ellos en la mano, invitar a Santa Brígida a venir y alojarse con ellos esa noche. En la lengua mank1 la invitación

dice así: Brede, Brede, tar gys my thie tar dyn ayms noght Foshil jee yn dorrys da Brede, as Ihíg da Brede e heet staigh.

En español es: “Brígida, Brígida, ven a mi casa, ven a mi casa esta noche. Abrid la puerta para Brígida y dejad que Brígida entre”. Después de repetir estas frases, extendían los junquillos en el suelo a modo de alfombra o cama para Santa Brígida. “Costumbre muy parecida a ésta se observaba también en algunas de las Islas de Afuera del antiguo reino de Man“. En estas ceremonias de Many de las serranías escocesas es palmario que Santa Bride o Santa Bridget es una diosa pagana de la fertilidad enmascarada en un raído manto cristiano. Probablemente no es otra que Brigit, la diosa céltica del fuego del hogar y al parecer de las cosechas.


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Awen

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300px Awen Symbol Final Svg | El Poder Del Tres | Mitología
Los tres rayos de luz

AWEN (aah-ooo-enn): Inspiración

  • Los tres rayos de luz
  • Los tres puntos: Solsticio de Verano, Equinoccios y Solsticio de Invierno
  • Los tres circulos de la existencia: Abred, Gywnvd, Ceugant
  • Druidas: Sacerdotes (blanco)
  • Bardos: Poetas, Historiadores, Músicos (azul)
  • Ovates: Los Buscadores, los maestros (verde)
  • Quites: Lideres y Reyes

En lenguaje celta y galés significa inspiración o esencia, y simboliza la iluminación espiritual. El símbolo Awen, representa la armonía entre los opuestos. Los rayos de la izquierda y de la derecha simbolizan al hombre y a la mujer, y el rayo central representa la armonía entre ellos.

Awen no es sólo un símbolo, el Awen es el espíritu, el Maná, es algo parecido al concepto del Alma, es el éxtasis. Awen viene de la unión de dos vocablos, “Aw”, que se traduce como “fluido” y”En”, palabra a la que se le da el sentido de “esencia, espíritu”, por lo que el significado final es el de Espíritu Fluido.

Esta Awen es descrita como fuego o como algo líquido.

Significa la iluminación, significa las trascendencias de la conciencia sobre el Ego. Cuando la inspiración llega, el tiempo se detiene, se sobrepasa la idea de tiempo y espacio; se transgrede la identificación, común al pensamiento contemporáneo, de existencia con la idea de la personalidad, del Ego. Se llega al éxtasis.

Por lo que podemos definir a la Awen como el éxtasis del mundo celta.

La búsqueda de lo que llamamos Awen es una búsqueda en pos del espíritu mismo del druidismo, y como tal, abarca muchos caminos. Podemos seguir la búsqueda como historiadores, lingüistas, poetas, filósofos, sacerdotes, magos, chamanes, y bajo muchos otros aspectos. Cada uno, a su propio modo, puede ganar en comprensión y, mientras caminamos por el sendero del druidismo, una de las cosas que descubrimos es que en el entendimiento yace la fuerza.

Awen Art | Símbolos

La primera referencia que tenemos de lo que llamamos Awen la hallamos en la Historia Brittonum de Nennius, un texto latino de alrededor del año 769 de la era cristiana, basado en escrituras anteriores hechas por el monje galés Gildas. Después de aludir al rey Ida de Northumbria, que reinó desde el año 547 al 559, Nennius dice:

“Luego, Talhearn Tad Awen ganó la fama por su poesía.”

Tad significa ‘padre’, así que Talhearn es el padre de lo que llamamos Awen. Esto no nos dice mucho a cerca de lo que puede ser realmente, pero si aceptamos a Nennius como una fuente fiable, sí demuestra que Awen existía como concepto en una época en la que Diarmait mac Cerbaill todavía reinaba como el último rey supremo semi-pagano de Irlanda, y esto tan sólo un siglo, más o menos, después de la misión de San Patricio para conducir a los irlandeses a la Cristiandad.

Los últimos lugares de culto Romano-Británicos habían caído en desuso a lo largo de las dos o tres últimas generaciones; San Columba, en sí el bisnieto de un rey supremo pagano, todavía no había fundado su monasterio en la isla de Iona, desde el cual salía para convertir a los Pictos paganos, y a la misión de San Agustín entre las tribus paganas de los Anglos le faltaban unos cincuenta años para comenzar su andadura. Nuestra primera referencia a lo que llamamos Awen, pues, data de un periodo en que Gran Bretaña e Irlanda estaban todavía en transición desde el Paganismo a la Cristiandad. Esto, junto con las demás pruebas abajo expuestas, indica que es un concepto que permaneció intacto desde el druidismo pagano hasta la tradición de los bardos cristianos.

Awen Art2 | Símbolos

Para descubrir qué es lo que llamamos Awen, deberíamos considerar primero el significado de la palabra. El sustantivo femenino Awen (y como tal, a partir de ahora la Awen) ha sido traducido como ‘inspiración’, ‘musa’, ‘genio’, e incluso como ‘frenesí poético’. La palabra en sí se forma por la combinación de dos palabras, aw, que significa ‘fluido, flujo’, y en, que significa ‘principio vivo, ser, espíritu, esencial’. Así que se puede traducir como ‘esencia fluida’ o ‘espíritu que fluye’. La próxima etapa de nuestra búsqueda nos lleva a lo que sobrevive de la obra de los Bardos de la Gran Bretaña medieval, que fueron los legados de los restos de la tradición de los Druidas, y los responsables de su transmisión posterior.

Los “así llamados” cuatro libros antiguos del país de Gales; El Libro Blanco de Rhydderch, El Libro Rojo de Hergest, El Libro Negro de Caermarthen, y especialmente El Libro de Taliesín (siglo XIII), contienen un número de poemas que se refieren a la Awen. Hay mucha variedad en las fechas de origen de estos versos. El hecho de que el estilo poético de los bardos es a menudo enigmático y alusivo nos dificulta para establecer qué entendieron los bardos del medievo por el término Awen. No les hacía falta explicar lo que Awen significaba para ellos, ya lo tenían bastante claro, y es evidente que no se molestaron por una posible falta de comprensión en este punto por parte de los que no eran expertos en el arte poético. No obstante, sí hay pistas esparcidas por su obra. El poeta del siglo XII, Llywarch ap Llywelyn (c.1173-1220), también conocido por su espléndido apodo de bardo, Prydydd y Moch, o el poeta de los cerdos’, dice:

“El señor y la señora me darán  la dulce Awen como si desde el caldero de Cerirdwen.”

CERRIDWEN Y TALIESÍN: LA DIOSA Y EL BARDO
Taliesin 227x300 | Awen | Símbolos

Aquí, aunque el bardo identifica la Awen como un regalo de Dios, afirma que se le es dado “como fruto del caldero de Ceridwen.” ¿Quién, pues, es Ceridwen? En otro lugar, Prydydd y Moch se refiere a ella como “la regenta de los bardos (rvyf bardoni), un título que varios otros también acreditan. Nuestra fuente más extensa de información sobre ella viene de un tardío cuento en prosa llamado Chwedl (La historia de) Taliesín.

Un bardo histórico llamado así ha sido identificado como alguien que vivió hacia finales del siglo VI, aunque, de los 77 poemas que le han sobrevivido y que se le atribuyen, incluidos los que componen el Libro de Taliesín, la mayoría fueron compuestos mucho después. La versión más antigua de Chwedl Taliesín que tenemos se encuentra en un manuscrito del siglo XVI que evidentemente contiene material mucho más antiguo, dado que se refiere a motivos encontrados en poemas fechados incluso en el siglo IX.

EL CALDERO DE LA INSPIRACION
Cerridwenpregnant 215x300 | Awen | Símbolos

Existe la tentación de interpretar toda la historia como un manual de instrucciones para la iniciación bárdica. Gwion encuentra tres recipientes transformadores: el caldero, el vientre, y la bolsa de cuero de la cual finalmente sale como Taliesín.

Encuentra a cada uno gracias a las acciones de Ceridwen, que actúa como iniciadora en cada caso. Podríamos incluso especular que los tres recipientes representan a una serie de iniciaciones a los tres grados de bardo, vate y druida: la bebida del caldero abre la mente del bardo al don de la Awen, la estancia en el vientre de la diosa da al vate sabiduría para entenderlo, la prueba de ser abandonado al mar dentro de la bolsa de cuero (¿quizá una barquilla de cuero?) capacita al druida para poder conquistar el último miedo: El de la muerte.

Los dones concedidos a Taliesín por las gotas mágicas del caldero pueden también equivaler a los tres `grados`: inspiración poética para los bardos; la profecía para los vates; cambiarse de forma para los druidas. Es tentador, además, imaginar al caldero de la inspiración almacenando algún brebaje embriagador. Apoyando esta idea hay varias referencias al aguamiel en los poemas de Taliesín, especialmente “La Silla de Taliesín”, que se refiere a aspectos del proceso de elaboración de bebidas alcohólicas y también a una variedad de hierbas, acabando en las líneas que abajo siguen:

“Resplandor radiante ilumina al que elabora el brebaje,
Por encima del caldero de los cinco árboles,
Y el fluir de un río,
Y expandirse el calor,
Y la miel y el trébol,
Y la suprema aguamiel embriagadora,
Como el metal a un jefe guerrero,
El regalo de los Druidas.”

Las tradiciones noreuropeas contienen muchos ejemplos de cómo beber aguamiel puede conferir dones espirituales o mágicos. El dios nórdico Odín bebe del aguamiel mágico llamado Kvasir, de un caldero llamado Odhroerir, ‘Inspiración´, después de seducir a su guardiana, la hija de un gigante. La mitología irlandesa incluso nos presenta a una diosa llamada Meadhbh, cuyo nombre es igual que el de la bebida.

No obstante, debería de tenerse en cuenta el hecho de que nuestros antepasados tenían una relación con el alcohol muy diferente a la nuestra; la cerveza y el aguamiel eran bebidas cotidianas, debido al hecho de que la bacteria que infectaba a los suministros de agua muere durante el proceso de elaboración. Aún así, es más probable que los bardos usaran la libación del caldero de Ceridwen como metáfora para la recepción de la inspiración poética.

Las referencias a las “tres Awen” y “la oda de Ceridwen” nos recuerdan que entonar la palabra Awen tres veces es uno de los métodos empleados por algunos grupos de druidas para abrir el espíritu individual al espíritu de la diosa como fuente de inspiración. El cántico tiene la forma de un mantra largo vibrado en tono bajo, parecido al del Om o Aum Hindú. Que la Awen se cantaba o se entonaba en tiempos pasados es algo que queda claro después de una lectura de varios poemas medievales.

Awen Cerridwen Cauldron | Símbolos

Se refiere aquí a la Awen, “el espíritu que fluye”, como a un río, aparentemente traído del mar por el cántico del poeta. El mar` puede tomarse como referencia al espíritu que nos rodea y que lo abarca todo, el `río` siendo aquella porción que el bardo, a través de su invocación, atrae a sí mismo.

LA CELDA DEL CANTICO

La Awen, pues, puede obtenerse bebiendo del caldero de la diosa, o cantando o entonando cánticos. Otras referencias, aunque muy posteriores, nos dan más maneras en las que se puede obtener la inspiración o la Awen. Las Memorias del Marqués de Clanricarde, publicadas en 1722, contienen una descripción de una escuela de bardos en Irlanda.

Las condiciones aquí descritas son claramente una forma de lo que hoy día llamaríamos depravación sensorial. Las investigaciones del doctor John Lilly y otros han mostrado que esta técnica puede dar lugar a experiencias sensoriales extremadamente nítidas. Un tal Martin Martin aporta una descripción de una práctica similar usada entre los bardos de las islas occidentales de Escocia hacia finales del siglo XVII.

“Ellos (los bardos) cierran sus puertas y ventanas durante todo un día, y se tumban de espaldas con una piedra encima del estómago, y la cabeza tapada con diversas telas, y sus ojos estando tapados, estrujan sus sesos en busca de rétorica o lenguaje poético; y por cierto logran tal habilidad desde esta celda oscura que hay muy pocos que lo entienden…”

Quizá la piedra a la que se refiere aquí sea la mítica Glain Naddair, o ´piedra de víboras’, que se creía engendrada por aquelarres de serpientes copulando en la víspera de la noche del solsticio de verano, acreditada con dones protectores y sanadores.

Esta descripción tiene mucho que ver con la búsqueda del espíritu o visión para obtener poderes, llevado a cabo por `brujos` y curanderos tradicionales en diversas culturas. Tales búsquedas frecuentemente suponen viajes hasta las montañas o zonas desiertas, donde se experimentan sueños iniciáticos, junto con encuentros con animales totémicos o guías espirituales que aparecen bajo forma animal. Éstos, como el halcón de Vaughan, a veces se adentran en el cuerpo del chamán. El halcón fué, por supuesto, una de las formas asumidas por Ceridwen en su persecución de Taliesín, pero, ¿Qué hay del “joven bello, coronado de hojas verdes”? Quizá sea algún dios del bosque veraniego, quizá sea el mismo Taliesín.

La aparición de la inspiración divina en forma de pájaro no es un tema inaudito dentro del paganismo europeo. Un oráculo fue fundado en Dodona después de que el dios Zeus eligió el lugar para hablar, desde las ramas de un roble, en forma de paloma. A la sacerdotisa cuyo oficio era interpretar a la voz del dios en este lugar, a través del susurro de las hojas del roble sagrado, se le conocía como Peliai, o ‘palomas.’

El genio poético de Taliesín, obtenido del caldero de la diosa, fué venerado por generaciones de bardos que, a lo largo de varios siglos, continuaban atribuyéndole poesías, viéndole como el maestro supremo de su arte.

LA POESIA PROFETICA de los AWENYDDIONAWENYDDION

El segundo regalo que concede el caldero es el de la profecía, y profecía mediante la Awen, tal y como fué practicada entre un grupo especializado en su práctica es descrita por Girladus Cambrensis en su Descripción de Gales (traducido por Lewis Thorpe, editado por Penguin Books, 1978, p246ff.), escrita hacia finales del siglo doce. Geraldus afirma que:

“…entre los Galeses hay ciertos individuos llamados Awenddion que se comportan como si estuvieran poseídos.. Cuando les consultas acerca de algún problema, de inmediato se ponen en trance y pierden el control de sus facultades… No contestan a la pregunta que uno les hace de manera lógica. Las palabras fluyen de sus bocas de manera incoherente y aparentemente sin sentido, pero aún así bien expresadas, y si escuchas atentamente a lo que dicen recibirás la solución a tu problema. Cuando todo se ha acabado, se recuperarán de su trance, como gente ordinaria despertándose de un sueño profundo, pero tienes que sacudirlos bien para que recuperen el control de sí mismos. .. Cuando vuelven en sí, no se acuerdan de nada de lo que hayan dicho mientras tanto… Parecen recibir el don de la adivinación a través de visiones que ven en sueños. Algunos tienen la impresión que la miel o leche azucarada ha sido frotada en sus labios, otros dicen que una hoja de papel inscrita de palabras es apretada contra sus labios. Nada mas salir de su trance y recuperarse de sus profecías, eso es lo que afirman que les ha pasado. ..

LA DIOSA BARDICA

En la tradición bárdica, las mujeres pueden llegar a ser encarnaciones individualizadas de la Awen, o de la diosa como musa.

El equivalente más cercano a la Awen en la tradición de los bardos Irlandeses es Danu, o Dana, un término que tiene varios significados relacionados, incluyendo ‘ un don, tesoro, don espiritual u ofrenda’, ‘arte, ciencia, vocación,’ ‘el arte de la poesía,’ ‘poema’ o ‘canción.’ En Irlanda, el término Aes Dana (literalmente la gente del arte magico) denominaba a cualquiera que practicaba las artes bárdicas.

La palabra también puede estar relacionada a Danu, Dana, o Anu, la epónima madre diosa del panteón pagano de los Irlandeses, los Tuatha de Danann, o ‘Tribu de Danu.’ Uno de los textos más antiguos describe a la poesía (es decir, a Dana) como ‘de forma múltiple, de facetas variadas, de magias multitudinarias, una doncella bien abrazada y noble” que se les aparece a los bardos durante el proceso de composición.

Sin embargo, la diosa más asociada con el orden de bardos en Irlanda es Brigit, cuyo nombre significa ‘Doncella,’ o ‘Mujer Bella,’, aunque también se puede interpretar como ‘el Poder del Destino.’ Según el manuscrito Irlandés del siglo nueve, El Glosario de Cormac, Brigit o Brighid era la diosa de las filidecht (es decir, de las artes de los bardos, de la sanación, y de la magia. La misma fuente se refiere a ella como:
“Una Diosa alabada por los poetas debido a la gran y afamada protección que ella les presta.”

Para los celtas, Awen, esta inspiración, este éxtasis, es el Don de Brigit. Pero, ¿qué une a Awen, a ese Espíritu Fluido, cola Diosa Brigit? Están tan unidos ambos conceptos que se asocia e identifica a Brigit como a la misma Awen. Brigit es una diosa antigua y poderosa dentro del mundo celta. Ella es la diosa celta de la sanación, de las artes ,de la magia y la poesía.  En Escocia es conocida como Brit y en gales como Brigitte. Posteriormente sería Bretonamente como Brigantia.

Consideradas como manifestaciones de Brigit son, en Gales, Arianrohd, como hija femenina de Dana, y Cerridwen como proveedora de Awen.

Awen Art3 | Símbolos

Con la llegada de la Era Cristiana, la diosa pagana de los Irlandeses fue reemplazada por un santo del mismo nombre, que asumió muchos de los atributos de su predecesor.

La Awen tiene equivalentes en otras culturas. Ya hemos mencionado a la Shakti hindú, llamada la gran madre del universo, y el espíritu santo de los cristianos, que el escritor Gnóstico Irenaeus llamó ‘la primera mujer,’ o “la madre de todo ser vivo. A una tanto como otra se las ve como la energía empleada por la deidad para crear el Universo, y se les vincula con la sanación y la profecía, dones también asociados con la Awen.

El término Maná, originalmente de los Melanesios, ha sido empleado como término universal para tales fuerzas espirituales.


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